Lisboa vivió una de sus noches más inolvidables cuando elrow aterrizó en la ciudad en plena celebración de carnaval.
Con su inconfundible estilo, la fiesta transformó la Feira Internacional de Lisboa en un universo paralelo donde la psicodelia, la música y la puesta en escena se unieron en una experiencia sensorial total.
Desde primeras horas de la tarde, el ambiente en la capital portuguesa ya presagiaba lo que estaba por venir. Calles repletas de disfraces, comparsas y un aire festivo que preparaban el terreno para una noche que no sería una simple fiesta, sino una inmersión completa en el mundo de elrow. Y esta vez, bajo la temática de Hallucinarium, el evento llevó la imaginación colectiva al siguiente nivel.
El diseño del recinto estuvo a cargo de los icónicos artistas Alex & Allyson Grey, referentes en el arte psicodélico. Gracias a su visión, la escenografía cobró vida con efectos visuales hipnóticos, estructuras que parecían moverse por sí solas y personajes fantásticos como los Hallucinangels y los Moongoats, que interactuaban con el público y amplificaban la sensación de estar en una dimensión paralela.
Pero si la estética era alucinante, la música no se quedó atrás. Elrow reunió un line-up impecable, con una selección de artistas que lograron llevar la energía al máximo nivel. Miguel Rendeiro y Tiago Cruz fueron los encargados de abrir la noche con un b2b vibrante que calentó la pista desde el primer momento. Luego llegó N!do, una de las nuevas promesas del tech-house, que con solo 24 años ya se ha consolidado como residente de elrow y conquistó a los asistentes con su estilo fresco y potente.
El relevo lo tomó Korolova, con un set elegante y melódico que generó un ambiente cargado de emoción y energía. Su último lanzamiento, Say Hello, resonó entre la multitud y marcó uno de los momentos más especiales de la noche. Luego fue el turno de Hugel, quien imprimió su característico toque festivo con influencias latinas, logrando que la pista de baile se convirtiera en una auténtica celebración. Su remix de Lamento boliviano y su hit I Adore You desataron la euforia del público.
Pero si hubo un punto de inflexión en la noche, ese fue cuando De la Swing tomó los mandos. Con una selección de tech-house contundente y un sonido que sacudió el recinto, su sesión dejó huella en todos los presentes. Sin embargo, el broche de oro lo puso Indira Paganotto, quien llevó la experiencia a un nivel épico. Su fusión de techno y psytrance fue el impulso final que necesitaba elrow Lisboa para cerrar la noche en estado de trance colectivo. Su mítico Eins Zwei Polizeifue el detonante de un clímax absoluto, con la multitud entregándose sin reservas hasta el amanecer.
Salir del recinto con la luz del día fue casi surrealista, como despertar de un sueño del que nadie quería salir. Lisboa no solo vivió elrow; lo sintió, lo respiró y lo disfrutó en cada latido. Una noche para el recuerdo, donde la música, el arte y la energía del público se fusionaron en una celebración única.
