Su versatilidad, incluso tras perder una pieza tan importante como lo era Flume, nos sigue dejando asombrados trabajo tras trabajo.
Los tiempos pasados no siempre fueron mejores. Diferentes, tal vez. Pero no mejores. Y es que Emoh, incluso sin el enorme artista que es Flume, es capaz de cada cierto tiempo (no lleva el ritmo de producción más alto) sacar una nueva pieza que nos maraville a todos. Y todas lo hacen.
En esta ocasión llama mucho la atención la vocal, que no es lo que suele acostumbrar el australiano. Como no podía ser de otra manera, el Bass reina en el trabajo, un Bass que como siempre presta atención a cada detalle. Tal vez los sonidos nos recuerden a los inicios de la conformación, cuando aún estaba Flume, o incluso a recursos que este emplea en sus trabajos en solitario (suelen estar presentes en las producciones de What So Not), pero no cabe duda de que el camino que Emoh ha tomado con este trabajo y con What So Not en global es el acertado y el suyo propio.
En resumen, cada track de Emoh es un mundo, es lo que el artista ha querido para su proyecto, y de momento lo está consiguiendo, y es que está dejando a su paso una lista de temas únicos que nada tienen que envidiar a lo que hacía junto a su antiguo compañero.